miércoles, 14 de enero de 2015

La otra cara de "Je Suis Charlie".

Llevamos días oyendo hablar del ataque sucedido en las oficinas de una revista francesa donde lamentablemente más de una decena de periodistas perdieran la vida.

Charlie Hebdo es una revista satírica de izquierda que debe muchas enemistades con católicos, musulmanes y judíos, a sus caricaturas atrevidas y la mayor parte del tiempo ofensivas.
De toda esta terrible, sí repito, terrible e innecesaria tragedia ha surgido una frase: "Je suis Charlie", con la que se busca demostrar empatía con los franceses y más aún, con las víctimas.
En mi opinión, esta frase también está siendo usada como "grito de guerra" significando que todos somos Charlie, y por ende, todos somos víctimas.
Y aunque en un principio, yo también adopté el Je Suis Charlie, conforme han ido pasando los días y surgiendo los acontecimientos, mi naturaleza típicamente rebelde se ha empezado a preguntar si no existe otro lado de esta historia que no estamos viendo o que ni siquiera estamos buscando.

En medio de estos cuestionamientos, el domingo (por recomendación de una prima muy lista que tengo) leí un artículo del New York Times muy interesante titulado "I Am Not Charlie Hebdo" (Yo No Soy Charlie Hebdo) y escrito por David Brooks.
De hecho se los recomiendo; éste es el link:
http://mobile.nytimes.com/2015/01/09/opinion/david-brooks-i-am-not-charlie-hebdo.html?_r=1&referrer

En este artículo, Brooks habla de cómo estos periodistas muertos en este ataque se han convertido en mártires en nombre de la libertad de expresión; pero muy atinadamente, unas cuantas letras después hace mención a que si estos mismos periodistas hubieran publicado sus artículos y caricaturas satíricas en algún periódico de una universidad norteamericana no hubieran durando en circulación ni treinta segundos...Por qué?...

A ver, veamos...¿Qué llevamos oyendo por 20 años sobre la poca tolerancia?...la poca tolerancia con otras razas, otras preferencias sexuales, otras clases sociales...otros CREDOS...¡¡¡¡Pero si ya lo tenemos aprendido!!!!!...Mucha tolerancia=bueno, Poca tolerancia=malo.
Y sí,  hay que decirlo: la sátira siempre se difumina en esos típicos tonos grises que bien pudieran ser broma pero bien pudieran ser en serio; bien pudieran ofender o bien no.
A raíz de este acontecimiento me he preguntado varias veces ¿cómo han reaccionado los católicos cuando han salido publicadas imágenes sórdidas de Jesucristo, el Papa, la Santísima Trinidad, etc?...ciertamente todos reaccionamos de manera distinta, aunque bueno, nunca se sabe...como decía mi abuelita "en todos lados se cuecen habas"...y fanáticos...

Lo cierto es que Francia le ha abierto sus fronteras a muchos ciudadanos árabes, musulmanes y seguidores de Mahoma...y mientras muchos de éstos son ilegales y viven a las costillas de los franceses y su gobierno, muchos otros ya han adquirido la ciudadanía, pagan sus impuestos y colaboran activamente en el crecimiento económico del país.
¿Para esos ciudadanos musulmanes franceses (y ultimadamente también para los que no son ni ciudadanos franceses ni musulmanes) no sería correcto, humanitario y generoso pedir respeto para lo más sagrado que tienen?...

Ni la semana pasada, ni hoy, ni la semana que viene estaré de acuerdo con los actos de violencia; siempre me parecerán un discurso cobarde y muy poco eficaz en realidad, y NADA los justifica.
Pero todas las historias tienen varias aristas y a mí me pareció importante explorar algunas de ellas.

Antes de irme, quisiera citar a Voltaire, que magistralmente habló así de la libertad de expresión: "Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo", y confirmar que para mí también, la libertad de expresión es sagrada.
Sé que miles y miles de personas han muerto defendiéndola; sé que la raza humana gana "humanidad" cada vez que se expresa libremente...y sé también que es un regalo monumental tenerla.

Por ello, los periodistas, caricaturistas y editores de Charlie Hebdo están en todo su derecho cuando escriben y dibujan sus sátiras...sin embargo, debido a las diversas reacciones que sus caricaturas provocan, a lo mejor ya que la ley no puede reprenderlos, la sociedad podría intentarlo.

Yo me uno a la pena que embarga a los familiares de las víctimas y a todo el pueblo francés que está sufriendo, pero lo cierto es, y lo digo con todas sus letras, que yo tampoco soy Charlie Hebdo.


Hasta la próxima,








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